¿Cómo la Ley Karin protege a las personas mayores en el trabajo?
9 de Agosto de 2024
Por Equipo de SeniorLab UC
En un mundo laboral que premia la juventud, la experiencia y sabiduría de las personas mayores tienden a ser subvaloradas. La llamada “Ley Karin”, promulgada en Chile como la Ley N°21.643, marca un hito crucial en la protección de los derechos laborales de todos y todas, y también de las y los trabajadores mayores, asegurando que sean tratados con la dignidad y el respeto que merecen.
Es importante destacar que Chile está adherido a la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, pacto que establece un marco integral que enfatiza la dignidad, la igualdad y la no discriminación hacia este grupo etario. En este contexto, la Ley Karin (Ley N° 21.643) se erige como una herramienta clave que concreta y amplía estos principios en el ámbito laboral, ofreciendo un respaldo normativo específico y detallado. De esta manera, la Ley Karin no solo complementa los compromisos internacionales asumidos por Chile, sino que también fortalece el reconocimiento y ejercicio efectivo de los derechos de los trabajadores mayores en el país.
Uno de los aspectos más significativos de la Ley Karin es su enfoque en combatir el acoso laboral. Para las personas mayores, el acoso puede manifestarse de diversas maneras, desde la exclusión intencional en actividades laborales hasta el uso de comentarios despectivos sobre la edad. La Ley Karin establece que este tipo de conductas no solo son inaceptables, sino también punibles, creando un marco de protección que promueve un ambiente laboral más inclusivo y respetuoso.
La violencia en el trabajo es otro tema crítico abordado por la Ley Karin. Más allá de la violencia física, esta ley reconoce el impacto devastador que puede tener la violencia verbal y psicológica en las personas mayores. Palabras hirientes, burlas constantes y la presión indebida pueden minar la autoestima y la salud mental de los trabajadores mayores. Al incluir estas formas de violencia en su marco legal, la Ley Karin ofrece un resguardo que busca erradicar tales prácticas.
La no discriminación es otro pilar fundamental de la Ley Karin. Históricamente, las personas mayores han enfrentado barreras para acceder a oportunidades laborales, ya sea por prejuicios sobre sus capacidades o por prácticas empresariales que favorecen a los más jóvenes. Esta ley prohíbe la discriminación por edad, garantizando que las personas mayores tengan las mismas oportunidades que el resto de la población laboral, lo cual es esencial en una sociedad que envejece rápidamente.
Destaca también el respaldo que la Ley Karin brinda a quienes se sienten afectados. La ley establece procedimientos claros para denunciar y buscar justicia en casos de acoso, violencia o discriminación. Esto no solo empodera a los trabajadores mayores, sino que también envía un mensaje claro de que el respeto y la igualdad son valores innegociables en el lugar de trabajo.
La Ley Karin no solo es una herramienta legal, sino también un reflejo de los valores de una sociedad que también reconoce y rescata la contribución de las personas mayores. Es un paso decisivo hacia la creación de ambientes laborales donde la experiencia y la sabiduría sean apreciadas y donde todos, sin importar la edad, puedan trabajar en condiciones de dignidad y respeto.
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